Muchas personas están ciegas espiritualmente y están a la orilla del camino viendo como les pasa la vida.
Muchos esperan que sean otros los que tengan espiritualidad.
Más allá de lo que nos tenga retenidos, más allá de lo que se tenga que dejar para retomar las ganas de salir adelante, debemos confiar en Dios.
Jesús nos pregunta “Cómo quieres que te ayude” y nosotros debemos pedirle todo aquello que necesitamos.
Con Fe y esperanza el señor hará maravillas en nuestra vida.
No estamos solos cuando en nuestra vida se presentan los problemas, si llevamos a Dios en nuestro corazón.
Jesús siente compasión por los débiles y no rechaza a nadie. Jesús no cree que alguien es distinto de otros y acepta a todos por igual.
Si le pedimos con humildad nos extenderá su mano y con su toque nos hará nuevos, transformando nuestra mente y nuestro corazón, limpiándonos y liberándonos así de todo mal.
Que Dios nos bendiga a todos …