Para ser felices debemos saber primero quienes somos.
Muchos están confundidos y no saben quienes son, sin conocer sus realidades, habilidades y defectos, y terminan viviendo lo que no son y lo que no soñaron ser.
Todos tenemos defectos y virtudes. Cuándo tenemos claro quiénes somos no envidiamos lo que tienen los otros y por ende no buscamos quitárselos.
Cuando nos conocemos, realmente sabemos cuál es nuestra misión y nuestra vocación.
Quien actúa con vocación lo hace apasionado porque ama lo que hace y por eso lo disfruta.
Cuando actuamos sin vocación nos sentimos infelices y buscamos excusas para justificar nuestra insatisfacción.
La vida es para disfrutarla por eso debemos conocer bien nuestra vocación teniendo asi claras nuestras habilidades y fortalezas para ejercerlas apasionadamente.
Señor, hoy te damos gracias y te pedimos para que nos ayudes a descubrir nuestra vocación y a poder ejercerla con pasión y felicidad. Ayúdanos a motivarnos para seguir adelante superando los vacíos, miedos e incertidumbres que tenemos dentro, consiguiendo la pasión y el entusiasmo por lograr nuestras metas.
Gracias Señor porque sabemos que lo que te estamos pidiendo nos lo vas a conceder.
Que Dios nos bendiga a todos…