La familia que comparte sus valores espirituales se mantiene unida.
Una familia unida a través de actos inspirados en Dios logra salir adelante en forma piadosa.
La oración familiar antes de comer o para pedir sanación de un enfermo, son ejemplo de unión espiritual.
Lo importante no es la unión familiar para la generación de riquezas materiales, sino la unión para los aspectos espirituales y de servicio a los demás. Los apegos a las cosas materiales no son buenos. La libertad de acción es fundamental y para ello no deben existir apegos que nos limiten.
Una familia unida espiritualmente es agradecida a Dios por lo que tiene y logra.
Señor, hoy cuando celebramos la sagrada familia, acompañando a Jesús, María y José, te damos gracias por nuestras familias, y te pedimos para que mantengamos la unión en paz, armonía, justicia, amor y espiritualidad.
En cada nuevo año tenemos la oportunidad de ver el futuro con esperanza, gracias a que somos rectos y piadosos, con la confianza plena en Dios.
La paz que da Jesús es la superación del miedo y las incertidumbres, sabiendo que con Fe saldremos adelante encontrando la luz.
Discípulo es aquel que escucha la palabra y la pone en práctica.
Quien acepta a Dios y tiene una vida de servicios convirtiéndose en discípulo, hallará la paz y la salvación.
En cada nuevo año todos, en forma individual y familiar, tenemos la oportunidad de crecer un poco más en espiritualidad y sabiduría poniendo en práctica nuestra Fe.
Que la paz y el amor de Dios esté con todos nosotros y nos bendiga siempre…