Es importante que estemos despiertos ante las situaciones de la vida, teniendo conciencia de nuestras acciones.
Muchas personas viven la vida como si estuvieran dormidos todo el tiempo.
Quien no sabe para dónde va, llega adonde no quiere.
Tarde o temprano tendremos que rendir cuentas de nuestra vida y es allí donde se verá el balance de cómo la administramos.
Velar es estar despiertos y rendir cuentas responsablemente de la gestión de nuestra vida.
Dios nos pide que nos mantengamos en vela en nuestra existencia.
Somos muy ágiles para dar excusas, pero eso no nos ayudará.
No sabemos cuándo será el momento de presentar nuestras cuentas, por eso debemos estar preparados siempre.
Estemos atentos y no nos dejemos atontar por nada ni nadie.
Señor, hoy nos invitas a pensar que debemos velar y así lo hacemos. Te pedimos que nos guíes en este camino de servicios, con salud, paz y prosperidad, dándonos el ánimo para salir adelante, mostrándonos las oportunidades, y ayudándonos en el camino a superar las adversidades sin perdernos en las incertidumbres y perdonando sin duda a quienes nos afectan.
Gracias Jesús, hermano mayor, por iluminar nuestro camino.
Que Dios nos bendiga a todos…