En tiempos de adviento debemos prepararnos para celebrar la llegada del hijo de Dios.
Tenemos la oportunidad de reflexionar para encontrar y escuchar a Dios desde nuestra intimidad. En espacios silenciosos, donde podamos estar concentrados para comunicarnos con Dios desde lo más profundo de nuestro corazón.
Podemos orar, meditar y cantar, para entrar en armonía con nuestro Señor. Podemos pedirle a Dios que nos llene del Espiritu Santo, y si lo hacemos con Fe y pureza, recibiremos su fuerza y majestad.
En estos momentos de tantas dificultades, necesitamos prepararnos y automotivarnos para encontrar nuevos caminos para el encuentro personal con Dios y su esperanza.
Quien trabaja, día a día, por labrar un nuevo camino, llega un momento en el que cada piedrita que se ha colocado en el mismo llega a unirse, y como por un milagro, todo se ilumina y se resuelve, permitiéndonos continuar por un nuevo sendero de mayor amor, contribución y prosperidad para quienes lo han labrado.
Crear un nuevo camino requiere de nuestro trabajo arduo, para no quedarnos en lo superficial, para no quedarnos en las ilusiones, sino para profundizar y llevar nuestras emociones a las acciones, venciendo las dudas y los miedos, con desapego, para avanzar firmemente con pleno convencimiento desde nuestro corazón y nuestra mente.
Cuando hayemos el nuevo camino, basándonos en lo dicho y nuestra Fe en Dios, debemos tener confianza y lanzarnos por ese camino venciéndo la desesperanza y ese gran miedo al cambio que nos ha paralizado tantas veces.
El miedo siempre existirá, sin embargo, gracias a nuestras reflexiones previas, nos preparamos para avanzar con confianza y seguridad, controlando los riesgos, sabiendo que Dios está y estará junto a nosotros para agarrarnos de la mano, y protegernos cuando algo nos haga tropezar, para vencer esos obstáculos y seguir adelante con éxito y prosperidad.
Hoy pido al Señor para que cada uno de nosotros podamos aprovechar este tiempo de adviento, para lograr aclarar nuestro camino y recibamos la guia y bendición de Dios para recorrerlo.
Que Dios nos bendiga a to dos…