Muchos creemos que buscamos a Dios cuando en realidad es Él quien está allí buscándonos y esperando por nosotros.
Dios no nos busca porque esté obligado a hacerlo, sino que, independientemente de cómo seamos, nos busca y acepta con Amor.
Muchos no creen en Dios porque perciben que los obligan a creer o a cumplir con ritos que no desean, con la amenaza de ser castigados si no los cumplen, cuando en realidad Dios no obliga a nadie y nos acepta a todos con Amor.
Dios es Amor, no es castigo.
Nosotros construimos nuestro destino de acuerdo a nuestra actitud y nuestras circunstancias. Dios no está allí para impedirnos avanzar sino para ayudarnos cuando con Fe le pedimos su asistencia.
La Alianza con Dios es gratuita y libre. No estamos obligados a tenerla, sin embargo, cuando la tenemos, nuestra vida es muy satisfactoria porque se basa en la alegría y el amor a nosotros mismos, a los demás y a Dios.
A su vez, la Alianza con Dios es de Pertenencia y de Fidelidad. Es decir, es de amor mutuo. Para quien obra con Fe, Dios le pertenece, y al mismo tiempo él o ella le pertenecen a Dios. Cuando esta relación de fidelidad se rompe, se destruye el amor. Esto depende de nosotros. Si existe esta alianza, lo único que debemos hacer es vivir bajo la doctrina de amor y alegría que Dios nos da.
La Fe es una manera de vivir.
Que Dios nos bendiga a todos…