El creer en Dios es lograr agregar a nuestra vida un protector y guía para cuidar nuestro camino y nuestras acciones.
Cuando nos desviamos en nuestras conductas o comportamientos, la guía de Dios nos recuerda “el deber ser”, sobre lo que debemos corregir.
Cuando obramos con Fe y buena voluntad, somos el fruto de la vid que Dios como viñador cosecha.
Dios no existe en la vida para castigarnos sino para ser felices y que demos el mejor fruto.
Cuando no damos frutos podemos ser podados para no dañar el resto de la vid, por eso debemos ser personas productivas que aportemos frutos a nuestra comunidad.
Si has sido improductivo por las razones que sean, hoy es el momento de cambiar tu vida y buscar aportar algunos frutos a la vid para hacerte más feliz.
Podar duele pero ayuda. Cuándo podamos en nuestra vida lo que nos daña, aunque duela, podremos crecer más frondosos.
Señor ayúdame a ser una vid productiva, dándote gloria con mi vida, como buen ciudadano, quitando de mi aquello que me daña y no me deja ser frondoso, para generar buenos frutos que pueda compartir con todos.
Para permanecer unidos a Dios es importante saber que con Él se nos facilita el camino, por eso cuando logramos descubrir su amor queremos formar parte de su vida y sus principios, con amor, servicio, perdón y alegría, mostrándolo con nuestras acciones.
Cuando cumplimos con esta forma de vivir los resultados son lograr lo mejor, para nosotros y para los demás, con mucha comprensión.
Para ser comprensivos debemos tener la mente abierta, observando cómo somos y cómo nos comportamos con los demás. Busquemos comprender en lugar de tratar de ser comprendidos.
Señor ayudame a ser más comprensivo.
Que Dios nos bendiga a todos…