La depresión es tristeza acumulada. Por eso debemos saber como manejar la tristeza.
Lo primero es descubrir la razón por la cual estamos tristes.
Debemos analizar con detalle la verdadera razón de nuestra tristeza. Muchas veces estas razones no son importantes y pueden llegar a ser muy vanales.
Luego debemos expresar nuestra tristeza para sacarla de nosotros. Unos lo hacen llorando, otros pintando, otros escribiendo poesía, otros haciendo ejercicio. Lo importante es no dejar la tristeza internamente.
Al expresar la tristeza debemos saber comportarnos. No se trata de hacernos daño ni a nosotros ni a alguien más. No se trata de crear más problemas, sino de buscar vias de expresión para liberarla.
Señor, hoy te pido que nos enseñes a expresar y liberar correctamente las tristezas.
Las tristezas tienen el poder de robarnos toda nuestra atención y nos impiden la capacidad de captar otras realidades.
Para contrarestar esto debemos esforzarnos en buscar concientemente motivos de alegría. Esto puede ser difícil pero siempre podemos encontrar motivos que nos llenen los vacíos que producen laa tristezas.
Es buena idea hacer un listado de todos nuestros motivos de alegría, para poder descubrir los aspectos positivos y cambiar la dinámica de nuestra lógica mental.
Luego debemos buscar la forma de ayudar a otros.
Normalmente la tristeza nos hace pensar que somos inútiles y que no valemos nada. Por eso, al buscar ayudar a los demás nos damos cuenta que hay otros que también tienen problemas, para los que podemos ser útiles, y que además nos enseña que muchas veces los motivos de nuestras tristezas son muy superficiales.
Señor, te suplicamos que nos dejes ver los motivos para estar alegres. Gracias por nuestra familia, amigos, salud, trabajo, y por todas las bendiciones que nos das cada día que son todos motivos de amor y felicidad.
Finalmente, para acabar con las tristezas, luego de hacer todo lo anterior, lo más recomendable es buscar mejorar nuestra espiritualidad.
Dios no defrauda. Al comunicarnos con Dios a través de la oración, con mucha Fe, lograremos recibir su amor, llenando nuestros vacíos e interrogantes, elevándonos espiritualmente para poder enfocarnos en nuestras bendiciones.
Aunque haya muchas razones para estar tristes e inconformes, siempre habrá una razón espiritual para recibir y dar amor, de Dios y hacia los demás.
Si crees en Dios y haces oración con total transparencia, sabrás que no hay nada por qué desesperarse, ya que Él siempre tendrá la forma de sacarnos adelante.
Gracias Señor por sacar la tristeza de nuestra mente y nuestro corazón.
Que Dios nos bendiga a todos…