Hay que actuar en base a nuestro caracter y no en base a nuestras emociones.
Saber dominar las emociones es fundamental para lograr buenas relaciones con los demás.
Nosotros somos la viña del señor y Él nos cuida para que demos frutos. Para poder ser felices debemos permanecer unidos al señor, ya que así podremos seguir dando frutos.
Como una viña, el Señor nos poda para sacarnos las partes malas y asegurarse de que podamos seguir dando buenos frutos. Debemos entender cuando Dios nos está podando.
Cuando damos frutos complacemos al Señor y le damos la gloria que merece.
Nosotros damos frutos cuando respetamos los mandamientos y creemos en Dios siendo sus discipulos y viviendo en el Amor.
El que no está unido a Dios no puede dar buen fruto, porque no puede ser cuidado ni podado correctamente.
Que Dios nos bendiga a todos…