Nuestras actitudes muchas veces son muy atrevidas dejando de lado las tradiciones y costumbres de nuestras familias y nuestra cultura.
Hay quienes malgastan los recursos incluyendo la comida, el agua, y muchas otras cosas hasta la propia vida.
Cuando desaprovechamos nuestra vida, luego tenemos que aceptar las consecuencias.
Para poder vivir la misericordia es importante reflexionar acerca de nuestros errores y con humildad aceptar que debemos cambiar.
Cuando decidimos cambiar, quizá tengamos que pedir perdón a quienes hayamos ofendido, por ende nuestra actitud tiene que ser de arrepentimiento y aceptación de las consecuencias.
En la vida uno debe ser agradecido, por lo que no debemos pensar que nos merecemos las cosas, sino más bien dar gracias por los privilegios y las bondades que recibimos.
La relación de los padres y los hijos, como la relación con Dios, es gratuita, por lo que no debemos asumir que por el hecho de ser padres o hijos nos merecemos algo, sino ser agradecidos por la bendición de tenerlos.
La relación de padres e hijos es una relación de amor, de entrega, es un regalo, es una bendición por la cual es importante ser agradecidos.
El apoyo mutuo, por amor y no por un deber, enriquece nuestra vida.
No debemos ver la vida con sentido de jueces, es decir, prejuzgando o juzgando todo el tiempo a los demás. Toda persona tiene sus propias luchas y por eso debemos conmovernos y ser misericordiosos.
Cuando veamos caer a una persona, nuestro sentido de humildad y servicio nos inspirará a tenderle una mano, a ayudarle a restituir su confianza y dignidad, suministrándole lo que esté a nuestro alcance, y celebrando juntos esa oportunidad.
El agradecimiento por aquellos que nos tienden su mano en situaciones muy difíciles, es para toda la vida.
Dios siempre es misericordioso con nosotros, así debemos ser nosotros con los que nos rodean.
Demos gracias por lo que hemos logrado, por lo que tenemos y lo que somos.
Señor, tú que conoces nuestra realidad, así como las situaciones y circunstancias en las que vivimos, te pedimos que nos ayudes a superar los obstáculos, consiguiendo los recursos, mostrándonos y aprovechando las oportunidades que necesitamos para salir adelante con Fe y ayudar a los demás en el camino.
Que Dios nos bendiga a todos…