Hay quienes fracasan muchas veces en la vida y no se explican por qué les sucede eso.
El Conformismo es uno de los factores que influyen para el fracaso. No hay que confundir Fe con resignación. Mientras que sea posible hacer algo por nuestra parte, debemos luchar para realizarlo sin ser conformistas y sin resignarnos.
Debemos tener ambiciones para esforzarnos a alcanzar nuestras metas. El límite que podríamos tener es ser perfectos, todo lo anterior significa que hay una oportunidad de mejorar.
La gente que fracasa muchas veces es muy Ingenua, y hay quienes confunden la bondad con la ingenuidad. Bondad es querer hacer el bien a los demás siempre, pero eso no significa que uno acepte todo con ingenuidad. Debemos analizar las cosas para que se hagan correctamente y prevenir lo que nos pueda afectar, cuestionando lo que sea necesario.
Para poder triunfar, primero tenemos que analizar en qué podríamos fracasar, sin ser idealistas y razonando lo que debemos hacer para evitar el fracaso.
Cuando somos ingenuos, muchos podrían aprovecharse de eso y dañarnos o abusar de nosotros. Cuando esto pasa solo una vez, podría ser producto de las circunstancias, cuando nos pasa muchas veces la razón puede ser nuestra ingenuidad y falta de análisis.
Otro factor del fracaso es el ser Inseguros. Esto en gran medida se debe a que hayamos sido sobre protegidos o sobre limitados por nuestros padres. Para triunfar debemos ser capaces de confiar en nosotros mismos.
Dios nos apoya y está con nosotros, pero nosotros primero debemos ser seguros de nosotros mismos.
Cuando analizamos bien las situaciones, no tenemos miedo para realizar las acciones que nos lleven al triunfo. La firmeza y seguridad en la toma de nuestras decisiones es lo que nos lleva al triunfo. La posposición continua de las decisiones demuestran inseguridad.
Otro factor importante que produce el fracaso es la Falta de Preparación. Para lograr el triunfo, no es suficiente tener solo la actitud adecuada, sino que también debemos tener la aptitud para lo que queremos realizar, y esto solo se logra con la preparación para el trabajo.
Para triunfar debemos prepararnos en la adquisición de las habilidades necesarias para el trabajo que vamos a ejercer.
Finalmente, para triunfar necesitamos tener Carisma, es decir, tener la capacidad de caerle bien a los demás, de comunicarse correctamente y ser agradables. Esto no tiene que ver con la belleza física ni con “tener ángel”, sino con nuestra actitud para el “don de gente” y saber decir las cosas con amabilidad y claridad.
El carisma es una habilidad que se puede desarrollar. Todo depende de nosotros mismos.
Señor, Tú que eres nuestro protector, hoy te pedimos que nos ayudes con nuestros proyectos, nuestros planes y nuestros sueños, y te prometemos que trabajaremos y mejoraremos nuestras actitudes y habilidades para lograrlos con Fe.
Cuando sintamos que todo está perdido y que todos hemos fallado, oremos con Fe a Dios para que nos proteja y nos guíe con toda su fuerza y amor para salir adelante y triunfar.
Que Dios nos bendiga a todos.