Estamos en tiempo de Adviento, que es el período previo a la llegada del niño Jesús.
Esta es una época de reflexión con la confianza de saber que recibiremos al hijo de Dios.
El final de cada año es propicio para revisar qué hemos hecho y qué nos ha quedado pendiente.
Dios es amor y quien lo tenga en su corazón tendrá paz interior.
Una persona que tiene el bordón de Dios para apoyar su Fe durante el camino de su vida, puede avanzar con paz más allá de las circunstancias difíciles que se le presentan.
La vida se desenvuelve en ciclos, hay momentos buenos donde todo luce bien y hay momentos no tan buenos donde todo luce bastante mal.
Con el bordón de Dios es posible evolucionar en nuestra inteligencia emocional y estar más preparados para seguir adelante.
No sabemos cuál será el último día de nuestra existencia, y por ello, es mejor estar preparados con la fuerza espiritual que nos permita disfrutar la vida con el equilibrio que da la paz interior, la Fe y el amor por uno mismo y por nuestro prójimo.
Quien abusa de los demás pensando que lo importante es hacer las cosas para el beneficio propio, sin importar cuando esa actitud está afectando a otros, no puede ser una buena persona.
Todos debemos respetarnos para lograr una convivencia en paz y con el balance que al beneficiar a todos nos está ya beneficiando a nosotros mismos.
Dios es amor, Dios no amenaza, Dios no es temor, Dios no obliga a nadie a convertirse al modo de Fe, sino que nos espera siempre para ayudarnos a corregir nuestros comportamientos equivocados.
Dios nos da libre albedrío para que vivamos la vida como queramos y somos nosotros los únicos responsables de las buenas o.malas consecuencias de nuestras decisiones.
Todos actuamos en función de lo que pensamos, nuestra mente se llena de aquello que más hacemos, y luego nuestras palabras serán aquellas de lo que más sabemos. Es por ello que se dice Pensamiento, Palabra y Obra.
Si llenamos nuestra mente de pensamientos positivos, llenos de Fe, con ganas de aprender a salir adelante, con creatividad e innovación para superar nuestras circunstancias, entonces eso será lo que transmitamos a los demás con nuestras palabras, nuestras actitudes, nuestros hábitos, nuestras obras y nuestras acciones.
Quien en el fondo de sus pensamientos y su corazón pide a Dios con total entrega y Fe por aquello que necesita, y lleva a la acción sus obras con la confianza de que Dios está acompañándole, puede curar sus enfermedades, superar sus circunstancias y ayudar a los demás también, maravillándose de cómo lo supera todo cuando cree con total convicción.
Señor, hoy te damos gracias por darnos un destello de luz en nuestros días, y te pedimos que vengas a llevarnos de la mano para guiarnos en el camino de la vida, aumentando nuestra Fe y nuestro Amor.
Que Dios nos bendiga a todos …