Muchas veces somos ligeros en nuestras apreciaciones y nos dejamos llevar por la opinión de otros sin verificar la realidad por lo que podríamos ser muy imprudentes.
Es importante no emitir opiniones cuando no conocemos bien el tema. Y al hablar de algo o de alguien es fundamental que seamos asertivos.
Ser injustos trae consecuencias no deseadas. Para actuar con justicia hay que investigar a fondo las situaciones y las circunstancias de los hechos.
La terquedad de nuestro corazón a veces nos hace ser imprudentes.
Un ejemplo de esto es la relación de pareja que conduce al matrimonio y que muchas veces termina en un divorcio.
El divorcio es producto de la falta de comunicación y compromiso mutuo.
Cuando uno menos tiene es cuando más necesita a su pareja. Cuando hay problemas hay que cambiar de relación, no de matrimonio, esto es, comunicarse y apoyarse mutuamente para resolver juntos los problemas.
Las parejas no deben llegar al matrimonio sin una buena preparación para el nivel del compromiso que adquirirán mutuamente.
El hombre y la mujer fueron creados para la complementariedad. El uno para el otro.
Siempre existirán las diferencias entre todos los seres humanos, y eso es también aplicable para las parejas. El hombre y la mujer son distintos tanto físicamente como a nivel de su comportamiento. Esto es precisamente así para que se complementen y apoyen.
El matrimonio es unidad. Esto es, cuando decidimos ir al matrimonio lo hacemos para mantener la unión, para ello, como en toda decisión importante, hay que aprender a renunciar a todo aquello que hacíamos cuando estábamos solos, para luego hacer las cosas juntos con el compromiso mutuo basado en el amor. Dos pasan a ser uno solo.
El matrimonio es el sello del amor y la garantia del compromiso mutuo. Por esto no debe tomarse esta decisión a la ligera.
Es importante aprender a escuchar. Quien no escucha bien no puede discernir acerca de las cosas y por ende opina sin saber.
Para ser asertivos primero debemos ser buenos escuchando.
Los prejuicios siempre son malos.
Aprendamos a entender a los demás y razonemos las circunstancias para poder darnos una idea correcta del por qué pasan las cosas. Comuniquémonos bien con apertura, confianza y ganas de aprender para poder decidir y asertivos.
Que Dios nos bendiga a todos…