Cuando oramos debemos ser humildes, alejándonos de la arrogancia.
Al orar, nuestra actitud no puede ser de resaltar sobre los demás, ni podemos ser egoístas.
Oramos porque queremos ser bendecidos, porque necesitamos que Dios nos sane y nos ayude a salir adelante.
Oramos porque necesitamos pedir perdón, reconociendo nuestras fallas.
Al Orar nos proponemos como disponibles para servir a los demás ayudando a quien lo necesite.
La Oración es el medio por el cual nos conectamos con Dios a través de nuestra espiritualidad.
Orar es limpiar nuestra mente y nuestro espíritu para buscar el bordón que nos da el apoyo para sostenernos en las situaciones difíciles.
Señor, enséñanos a orar correctamente para saber dar gracias por todo lo que somos, para saber pedir perdón, para saber ser humildes y ponernos a tu disposición para ayudar a los demás con los dones que nos has dado.
Que Dios nos bendiga a todos…