Orar es contarle nuestra vida a Dios. Contarle acerca de lo que hemos dicho, lo que hemos hecho y lo que dejamos de hacer.
Saber trabajar es también saber descansar. La vida no se trata únicamente de trabajar a toda hora sino que necesitamos descansar para reponer nuestras energías.
Si las circunstancias nos hacen pensar que debemos trabajar sin parar olvidando nuestro descanso, eso indica que en lo que tenemos que trabajar es en nuestra Fe.
La Fe nos permite saber que las cosas se van a cumplir.
Ciertamente hay que llevar a la acción nuestros pensamientos para avanzar en el camino. Sin embargo, cuando tenemos verdadera Fe, sabemos con total certeza que tenemos un guía que nos cuida y nos ayuda como lo hace un pastor con sus ovejas, por lo que nada nos faltará.
Nosotros decidimos si queremos seguir a este guía y creer profundamente en su maravilloso poder para abrirnos el camino correcto y llevarnos de su mano.
Cuando creemos en Dios podemos orar contándole nuestras circunstancias y nuestra realidad, pidiéndole que nos ilumine para que cada paso que demos vaya en el sentido correcto. Demos gracias porque con nuestra Fe viviremos más tranquilos y felices por saber que nuestras acciones y nuestro guía nos garantizan un futuro maravilloso.
Dios tiene compasión y misericordia con nosotros al ver que día a día estamos trabajando con Fe, por eso debemos tener confianza y no temerle a nada.
Cuando Dios nos envió a Jesús fue con la intención de darnos un guía que, como un hermano mayor con más experiencia, nos agarra de la mano y nos asiste.
Muchas veces todo nos indica que sucederá lo peor, sin embargo, gracias a nuesras acciones y a nuestra profunda Fe, podemos cambiar esos resultados y convertirlos en algo favorable que nadie podría imaginar a menos que supiera lo que realmente es la Fe.
Cuando una persona con Fe llora no lo hace por tristeza sino por el gozo y la alegría de saber que Dios está presente en su vida.
La paz en nuestro espíritu y en nuestro corazón está siempre presente cuando entendemos y aplicamos la verdadera Fe. Esto crea una sensación de gozo y alegría cuando nos damos cuenta que seremos capaces de superar cualquier circunstancia sin importar cuan compleja parezca.
El universo conspira a nuestro favor cuando con Fe buscamos lograr nuestros sueños con las acciones necesarias. Más aún, cuando juntos nos tomamos de las manos para apoyarnos los unos con los otros.
Sí se puede vivir a la manera de Dios y lograr el éxito, porque el éxito se basa en lo que creemos y logramos, llenando nuestra mente y nuestro espiritu con la paz y la alegría que esto nos deja.
Gracias Señor por darnos el privilegio de entender esto y poder ponerlo en práctica para nuestro bien y el de todos los que nos rodean. Gracias por tu guía y por todos aquellos que cada día nos ayudan a cumplir nuestras metas. Nosotros nos comprometemos a ayudarlos también con nuestra Fe y nuestras acciones diarias.
Te amo. Amo a los que me rodean y me amo a mi mismo, respetando a todos y compartiendo con todos lo que me has dado el privilegio de tener.
Que Dios nos bendiga a todos…